Chirimoya contra la presión arterial
Es una fruta muy nutritiva, contiene muy poco sodio y apenas tiene grasa, por lo que resulta muy beneficiosa para las personas con problemas cardiovasculraes.
El sabor de la chirimoya recuerda al de la piña, pera o plátano. Su pulpa, blanca y cremosa, aporta energía, vitaminas del grupo B, potasio y calcio. En cambio, apenas tiene sodio o grasas. Es una fruta nutritiva y con efectos diuréticos, muy adecuada para dietas dirigidas a personas con hipertensión, afecciones del corazón o del aparato circulatorio. Además, es rica en fibra, por lo que ayuda a combatir los problemas de estreñimiento.
Para disfrutar de todo su aroma y sabor tiene que estar madura, lo que se consigue a los cinco o seis días tras ser cosechada, siempre mantenida a temperatura ambiente. No debe guardarse en la nevera, pues se corta su proceso de maduración, aunque es conveniente servirla fría. Lo mejor es que la coloquemos en la nevera poco tiempo antes de su consumo. Es un complemento ideal para ensaladas, macedonias o como ingrediente de base para preparar helados.