La Sociedad de Epidemiología impidió que se censurase a las víctimas de la #VacunaPapiloma
El pasado viernes día 5 participé en el Congreso anual de la Sociedad Española Epidemiología. Estuve en una mesa sobre la vacuna del papiloma aunque el debate se titulaba Confianza, seguridad y adversidad de las vacunas. La moderó Carlos Álvarez-Dardet, Presidente del Comité Científico de la SEE y Catedrático de Salud Pública, que comenzó explicando que se habían producido fuertes presiones para que, tanto Alicia Capilla (presidenta de la Asociación de Afectadas por la Vacuna del Papiloma, AAVP) como yo, no estuviéramos en ese foro científico.
Resulta que la composición de la mesa sufrió varios cambios. El más significativo fue que en un principio, además de Alicia y yo, iba a participar en la mesa Javier Díez Domingo, jefe del Área de Investigación en Vacunas de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica(FISABIO) de la Generalitat Valenciana.
Sin duda hubiera sido una voz autorizada y muy interesante pero tras aceptar la invitación, cuando no faltaba mucho para cerrar el programa decidió no participar.
Insisto, la intervención de un periodista crítico con la vacuna del papiloma (y otros medicamentos), quien escribe estas letras y de la representante de la mayor asociación de afectados en España por la vacuna resultaba molesta.
Me preocupa de manera especial que molesten las víctimas, creo que como le explicaba a mi hermano ayer por la tarde, científico, biólogo experto en genómica, a una parte de la ciencia le falta empatía con las personas. La Ciencia está para servir a las personas y no al revés y la Ciencia se basa precisamente en la exposición de ideas y datos. Sin contraste de datos, hipótesis y opiniones el conocimiento no avanza.
Quizá por ello cobre especial relevancia la valentía de Carlos Álvarez-Dardet y el comité organizador del evento que no se dejaron amedrentar por las presiones (ya cotidianas cada vez que alguien crítico con esta u otras vacunas es invitado a uno de estos foros). Otros signo de independencia es que el Congreso no ha sido financiado por laboratorio ni empresas del ramo sino por los socios de la SEE y la Administración pública.
Javier Padilla (Medicina Preventiva y Salud Pública. Hospital Universitario Virgen de Valme) ofreció la ponencia Seguridad de la vacuna frente al Virus del Papiloma Humano: evidencias, tendencias y causalidad. Advirtió que los ensayos clínicos, por lo general, no están diseñados para asegurarse de conocer las diferentes reacciones adversas que pueden provocar las vacunas. Con respecto a la del papiloma explicó y documentó que su seguridad aún es una incógnita.
Luego intervino Capilla con la ponencia Reacciones adversas de la vacuna del papiloma y Protocolo de actuación. Su discurso se centró en los numerosos datos oficiales que ponen en jaque la seguridad de la vacuna del papiloma humano en todo el mundo.
Pienso que la visión de las víctimas es fundamental si queremos resolver este problema (muchos medicamentos son útiles, qué duda cabe, pero la tercera causa de muerte en países como Estados Unidos, tras el cáncer y eventos cardiovasculares, son los fármacos…).
Al finalizar la sesión se me acercaron unos padres que habían llegado a Alicante desde Tarragona para contarnos la muerte de su hija que ellos relacionan con la vacuna del papiloma).
Por mi parte expuse con brevedad cómo se desarrolló la campaña de marketing del miedo para introducir la vacuna del papiloma en el mercado y el actual contexto internacional en el que cada vez más países se suman al coro crítico con este medicamento.
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