El enmascarado alimentario
Las grandes superficies, casi todas, han modificado sus prácticas de arrojar comida comestible a los contáiners por entregarla a los bancos de alimentos. Y presumen de ello con anuncios en prime time. Y les llueven aplausos y loas.
─Qué buenas son las grandes superficies ─se canta en los orfeones mediáticos.
Las mismas grandes superficies, casi todas, con sus prácticas oligopólicas, están impidiendo que nuestra gente campesina pueda vivir de su esfuerzo diario para producir esos alimentos. Les pagan por sus productos menos que lo que costó producirlos.
Es el enmascarado alimentario que disfraza el robo de caridad.
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