Recetas originales con coles anticancerígenas
La col verde, lombarda, de Bruselas, la kale, el repollo, la coliflor, el brécol y la col romanesco forman la familia más anticancerígena gracias a su contenido en glucosinolatos.
• Los compuestos anticancerígenos de las coles inhiben la acción de agentes químicos que aparecen durante la digestión y que están relacionados con el desarrollo de cánceres digestivos. También modulan el efecto de los estrógenos y previenen de esta manera los cáncer de mama y ovario. Asimismo actúan sobre la expresión patológica de genes y poseen efecto antioxidante.
• Consúmelas crudas –cortada en finas tiras, aliñadas con aceite, vinagre y comino– o ocínalas de la manera más suave posible, pues los compuestos beneficiosos desaparecen con cada minuto de cocción. Saltéalas o prepáralas al vapor, dejándolas crujientes. Una preparación ideal consiste en cortar la coliflor o el repollo en láminas finas y someterlas a vapor de 3 a 7 minutos.
• Se recomienda comer coles dos o tres veces a la semana (raciones de 125-175 g).
• Si existen determinados desequilibrios, la frecuencia puede ser superior. Se utilizan, por ejemplo, para combatir la anemia, gracias a la combinación de vitamina C, hierro y clorofila en las variedades de hoja verde, que también son abundantes en ácido fólico. La fibra de la col combate el estreñimiento y sirve de alimento a la flora intestinal.
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