Por las ciudades de 15 minutos... y los territorios de 45 minutos

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Vivir en una ciudad y tener todo lo imprescindible a 15 minutos, a pie o en bicicleta. O vivir en un pueblo y tener todas las necesidades cubiertas a 45 minutos como máximo. Esa es la premisa del "urbanismo para la vida" que ha decidido impulsar el Foro NESI, esanchando desde hace cinco años el horizonte de la nueva economía y de la innovación social.

"Superilla", en Barcelona.

"Se habla mucho y por separado de la sostenibilidad en las ciudades y del reto demográfico en el medio rural", advierte Diego Isabel La Moneda confundador y director de NESI. "Lo más natural sería abordar las dos realidades a la vez, ya que son interdependientes y responden en el fondo a la importancia de las relaciones humanas".

Quince expertos de campos muy diversos (aquitectura, urbanismo, salud, consumo, comunicación, tecnología) han hecho piña en la cocreación de la así llamada "Declaración de Ciudades de 15 minutos y Territorios de 45 minutos", buscando la adhesión de municipios y organizaciones que apuesten por un modelo de vida "más cercano, diverso, inclusivo y conectado", como apunta Beatriz Ramírez, responsable del área de urbanismo de NESI.

Se trata en definitiva de adaptar a nuestro país el modelo puesto ya en marcha en ciudades como Portland, Milán o París, con el barrio de Le Marais como referencia. La meta es tener viviendas, colegios, oficinas, tiendas, hospitales y centros culturales en un radio de 15 minutos y sin depender del coche. 

El foro NESI propone además ampliar ese concepto al objetivo de 45 minutos en un entorno rutal, ante la necesidad inaplazable de fomentar la interrelación ente las ciudades y la España vacía. El 80% de la población se concentra en España en áreas urbanas, que sin embargo ocupan apenas el 20% del territorio.

Los españoles pasamos una medida de 300 horas al volantes al año. Los edificios en los que vivimos son responsables del 35% de las emisiones de CO2. Y el 21% de la población reconoce sentirse "aislada" en su entorno, ya sea rural o urbano. Para dar la vuelta a estas cifras, según los expertos del NESI, hará falta no solo "rediseñar el modelo territorial" sino "repensar las conexiones entre la personas, las infraestructuras y la naturaleza".

"Se trata en el fondo de crear mejores lugares en los que vivir y trabajar", precisa Diego Isabel La Moneda. "Necesitamos estrategias basadas en la proximidad que hagan disminuir la dependencia del coche, modelos que acerquen el trabajo, el comercio, el ocio y los servicios a las personas, y no al revés. Con ello, se disminuye el consumor energético, se falicitan la relaciones personales y se mejora la cohesión social".

"La guerra en Ucrania nos ha hecho ver la importancia de mejorar nuestra soberanía energética", recalca el cofundador de NESI. "No basta con acelerar la transición energética, sino que es clave implemetar nuevos estilos de vida como el que propone la Declaración de Ciudades de 15 minutos y Territorios de 45 minutos"".

"El conflicto nos recuerda también la interrelación entre las ciudades y la España vacía", concluye Diego Isabel La Moneda. "En el medio rural se producen la energía y los alimentos que se consumen en las ciudades. Pero lo más importante es recordar la importancia de las relaciones humanas. Las personas en la grandes ciudades tienen familiares y amigos en el medio rural, y viceversa. De la capacidad de cuidar estas interrelaciones, mediante una estrategia que garantice nuestra la cohesión territorial, depende nuestra resiliencia y nuestro futuro como sociedad".

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