El muesli más saludable

Al parecer, el primer muesli se elaboró en los Alpes suizos y tenía una composición mucho más simple que la actual: a la leche de vaca se le añadía trigo, manzana fresca y miel. Por lo visto, un médico suizo que observó la alimentación de los habitantes de esta zona y su buen estado de salud, mejoró la receta y la comercializó. Gracias a ello, hoy tenemos uno de los alimentos más completos que existen. Si queremos aprovechar todo su potencial, el mejor momento para disfrutar de un muesli es en el desayuno, pues nos aseguramos desde primera hora del día todos los nutrientes que necesita el cuerpo.

Calorías buenas

Todavía hay mucha gente que lo considera un alimento demasiado calórico. Sin embargo, por su enorme contenido en fibras e hidratos de carbono saciantes, se puede incluir perfectamente en una dieta para perder peso. Además, tiene un gran efecto remineralizante y energizante, que garantiza una buena base para continuar el día con alimentos más ligeros o frescos.

De lo que no hay duda es que se trata de un alimento ideal para los niños, pues les da todo lo necesario para su correcto desarrollo físico y combate el posible estreñimiento. Y, para quienes quieren bajar el colesterol, el muesli es una de las formas más naturales y deliciosas de lograrlo.

Cómo preparar el muesli perfecto

En una pequeña ración de muesli de desayuno de unos 60 gramos, encontramos un universo de ingredientes y nutrientes. Carbohidratos, proteínas, lípidos, fibra, vitaminas y minerales abundan en este alimento tan completo. De hecho, podríamos prácticamente vivir sin necesidad de ingerir nada más. Vale la pena dedicar un poco de tiempo y fabricar nuestra mezcla personalizada, que sin duda mejorará cualquiera que podamos comprar ya hecha.

Cereales. Al no necesitar cocción, aprovecharemos al máximo sus nutrientes. Para lograr un muesli la mar de completo, podemos combinar copos de cereales integrales con cereales hinchados y salvado de trigo o avena.

Frutos secos. Aparte de los más típicos, como pueden ser las avellanas o las almendras, podemos incluir trocitos de nueces o pistachos, que añadirán sabor y propiedades al muesli.

Semillas. aunque parezcan poco significativas para el sabor final de nuestro muesli, las semillas de lino, sésamo, girasol o calabaza pueden convertirlo en un alimento funcional que rebaje el colesterol y mejore el tránsito intestinal.

Fruta. Para mejorar el sabor y las propiedades nutricionales de nuestro muesli, podemos agregar fruta desecada (piña, pasas de uva, orejones de albaricoque, ciruelas o arándanos). Nunca debe faltar la manzana en trocitos y, si tenemos las defensas bajas, un poco de kiwi.

Suplementos nutricionales. Si buscamos un muesli todavía más energético y rico en propiedades terapéuticas, podemos enriquecerlo con un poco de germen de trigo, levadura de cerveza, bayas goji o especias como el jengibre o la canela.

Líquido. Aunque mucha gente está acostumbrada a tomar su muesli con leche, sería preferible tomarlo con alguna leche vegetal, como una avena o de arroz, para que sea más digerible. Otra opción todavía mejor es remojar los cereales en zumo de piña, manzana o cítricos que no proceda de concentrados.

Los ingredientes más sanos

Si queremos estar seguros de estar comprando el mejor muesli, hay tres ingredientes que debemos comprobar en la tabla de su composición. El primero que nos sobra es el azúcar refinado, ya que no aporta nada. Como endulzantes, resultan mucho mejores el azúcar de caña integral o las maltas de cereales. También debemos verificar los niveles de sodio que contiene nuestro paquete de muesli, especialmente si superamos los 50 o tenemos tendencia a la retención de líquidos. Igualmente, no deberían contener grasas saturadas como puede darse en algunas mezclas de tipo crunchie o incluso en los copos donde se añade leche en polvo. Por eso, muchas veces la mejor garantía de que todos estos ingredientes se encuentran en niveles aceptables es buscar en el envase la etiqueta bio.

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