La sombra negra del Prestige, diez años después

12.11.2012
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Se cumplen diez años del inicio de la catástrofe del Prestige y plataformas cívicas y ambientales organizan charlas y actos recordatorios. También se reanuda hoy un juicio en el que no serán juzgados los responsables políticos de ese biocidio.

El 13 de noviembre de 2002, el petrolero Prestige, con 77.000 toneladas de fuelóleo abordo, lanza su primera señal de socorro desde las costas gallegas. Se encuentra a la deriva frente a Muxía. Comienza así una de las mayores catástrofes ambientales en España. Hoy se cumplen diez años del inicio de esa tragedia para la vida natural marina de Galicia y para su gente; y también hoy se reanuda un juicio en el que no serán juzgados los responsables políticos de ese biocidio.

Como recordatorio de esas tristes fechas, la plataforma Nunca Mais organiza para el sábado 17 de noviembre una "Festa-concerto Homenaxe ao Voluntariado", donde no faltará la empanada, el "polbo" y el vino. El 19 de noviembre, Nunca Mais iniciará un monumento para agradecer a los voluntarios la inestimable ayuda prestada cuando los mecanismos oficiales del Gobierno fallaron estrepitosamente. Para este Homenaxe a Marea Branca piden llevar pequeñas piedras con las que formar la base de un monolito.

Por su parte, Ecologistas en Acción organiza exposiciones, conferencias, pasacalles y proyecciones en este negro aniversario. Una exposición fotográfica titulada "Memoria negra de un desastre” puede verse hasta el viernes en Santander. También en Cantabria se organizan dos marchas a las zonas del litoral donde las personas voluntarias coordinadas por Ecologistas en Acción participaron en labores de limpieza. Las marchas permitirán comprobar la situación de las playas y recordar experiencias diez años después.

En Madrid, el viernes 16 de noviembre, celebrarán con la fiesta “Se Busca” la solidaridad y el compromiso de miles de voluntarias y voluntarios con testimonios de la experiencia. Un día después, realizarán el pasacalles “Mánchalos”, en el que se señalará a los responsables políticos de la catástrofe con música e “hilillos de plastilina”.

Organizan igualmente charlas sobre el aniversario, sus consecuencias medioambientales y los peligros que siguen acechando al mar (miércoles, en Barakaldo, en Torrelavega y en Madrid).

En cuanto al juicio, el equipo jurídico de Ecologistas en Acción plantea una serie de cuestiones fundamentales para entender este tipo de juicios por grandes catástrofes ambientales en un documento sobre el proceso judicial que se reanuda hoy.

La organización ecologista Greenpeace, por su parte, denuncia que continúan navegando buques monocasco por aguas comunitarias y, por ello, exige al Gobierno español que lidere ante la UE la petición de nuevos "cambios legislativos" que eviten que la normativa marítima actual siga amparando a la industria petrolera. Así lo alerta en el informe Otro Prestige es posible, en el que destaca que "las raíces del problema se mantienen" y "puede ocurrir otra vez" una catástrofe como la del petrolero hundido hace diez años.

Sobre las 60.000 toneladas que se tragó la mar

Igualmente, desde Greenpeace informan de la evolución del impacto ambiental sobre fauna y pesquerías. "Por ejemplo, la afectación del pulpo ha constituido uno de los mayores lamentos de los marineros. En 2005 y respecto a 2004 se pescó un 45 % menos de pulpo. Otro ejemplo: el ratio de mortalidad de aves es uno de los mayores por causas no naturales de aves marinas a nivel mundial. Las áreas de roca y las playas se llevaron la peor parte, no solo por los efectos del fuel sino también por la agresividad de la limpieza".

En cuanto al impacto del Prestige en aguas profundas, advierten que la investigación científica es muy compleja y muy limitada en el tiempo, no solo por los frecuentes temporales en la zona, sino también por el alto coste. También explica que la Administración central no se ha interesado por investigar a fondo: se constituyó un Comité Científico Asesor  en diciembre de 2002 y finalizó sus trabajos en febrero de 2003, tan solo tres meses después. 

"Los hidrocarburos del Prestige se han acumulado principalmente en el sedimento y la red trófica bentónica ha sido la vía de entrada preferente de contaminantes en las comunidades bióticas, por procesos de bioacumulación. Este efecto no ha desaparecido, los contaminantes pasaron de una bodega de un barco al mar. Y una vez incorporado en la cadena trófica ya está incorporado en el océano, para siempre", lamenta en un comunicado Pilar Marcos, responsable de la campaña de Costas de Greenpeace España. "Qué pena que los verdaderos responsables del desastre no estén sentados en el banquillo de los acusados y qué pena que, por tanto, no se pueda compensar toda la naturaleza perdida. Quien contamina, ¿paga?"

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