La exposición a la contaminación durante el embarazo aumenta el riesgo de déficit de atención en el niño

7.11.2014
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También aumenta el riesgo de retrasos en el desarrollo y bajo cociente intelectual.

Alejarse del tráfico y seguir una dieta sana rica en alimentos vegetales frescos ayuda a prevenir las alteraciones.

Investigadores de la Universidad de Columbia han probado estadísticamente que la exposición a la contaminación durante el embarazo aumenta el riesgo de que al niño se le diagnostique trastorno de déficit de atención. Los responsables parecen ser los compuestos aromáticos policíclicos emitidos por los vehículos con motor de explosión.

Para realizar el estudio, los investigadores crearon un grupo de 200 mujeres embarazadas no fumadoras y residenten en entornos urbanos. Después siguieron la evolución de sus niños hasta los 9 años de edad y comprobaron que entre los hijos de las madres con niveles de PAH más altos en la sangre había más casos de trastornos del comportamiento.  

Los niveles de PAH fueron estimados a través de muestras de sangre de las madres y de los cordones umbilicales. En estos, los investigadores buscaron las moléculas de PAH adheridas al material genético materno. Los niveles después del nacimento se midieron mediante tests de orina a los 3 y a los 5 años de edad. Después de analizar los datos obtenidos, los investigadores comprobaron que los niveles altos prenatales de PAH se asociaciaban significativamente con problemas de concentración. En concreto, el riesgo de sufrir el trastorno se multiplicó por cinco en comparación con las madres con niveles menores de PAH.   

Las principales fuentes de PAH son los gases de los vehículos con motores de combustión, las calderas de gasoil y ciertas fábricas. 

La autora principal del estudio es Fredereica Perera, experta mundialmente reconocida en salud ambiental y epigenética, que ya había realizado estudios con el mismo grupo de niños y había detectado riesgo de menor cociente intelectural y retrasos en el desarrollo en los más expuestos. También sufrieron con más frecuencia ansiedad y depresión. 

"Por definición, las exposiciones ambientales se pueden prevenir", remata Perera. Por ejemplo, las autoridades pueden limitar el tráfico de caminos y autobuses en las zonas habitadas y promover los motores eléctricos. Por otra parte, las madres preocupadas pueden aumentar su ingesta de alimentos vegetales frescos, según la investigadora. "La buena nutrición es importante para inhibir los efectos de los contaminantes", afirma.

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