La economía “redonda”

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En la economía “redonda” todo se aprovecha, no hay residuos, tal y como sucede en la naturaleza.

Producir, usar y tirar… La vieja ecuación de la economía “lineal”, la misma que alimentó el frenesí de la sociedad de consumo, ha caído por su propio peso. Entramos en la era de la economía circular, donde la regla de las tres “erres” (reducir, reusar y reciclar) alcanza por fin su auténtica dimensión. En la economía “redonda” todo se aprovecha: hasta los residuos son recursos que retroalimentan el sistema, siguiendo el impagable ejemplo de naturaleza.

Resource da nombre, por cierto, al gran encuentro de la economía circular, recién celebrado en Londres. Al reclamo acudieron cientos de empresarios, emprendedores sociales, diseñadores, fabricantes, distribuidores, reparadores y recicladores, todos los componentes de esa rueda que gira y gira, y a la que poco a poco se van sumando como parte integrante los ciudadanos/usuarios (antes conocidos como simples consumidores).

Allí nos reencontramos con pioneros como Ugo Vallauri, llevando el lema de su Restart Project (“Reparar y no desesperar”) a las oficinas londinenses. Asistimos al relanzamiento del London Re-use Network, que aspira a reusar y reparar hasta 40.000 toneladas de muebles todos los años en la capital británica. De ahí nos subimos en la ruleta de The Great Recovery, resideñando el futuro con la dinámina circular en un mundo de recursos finitos.

Conocemos también sobre la marcha el proyecto Reconomy, implantando el modelo en la industria de la construcción. Bajamos hasta los sótanos de la Goldfinger Factory, expertos en el arte del “upcycling” (reciclar hacia arriba). Y descubrimos iniciativas como &Share, el singular punto de encuentro para que las compañías colaboren y compartan recursos en estos tiempos difíciles.


Si la economía “circular” se aplicara solamente al sector de manufactura, se ahorrarían unos 625.000 millones de euros y se crearían decenas de miles de puestos de trabajo, según un estudio de la consultora McKinsey & Company para la Fundación Ellen MacArthur. La legendaria navegante británica, que batió el récord de la travesía al mundo en solitario y en vela en el 2005, ha convertido precisamente la economía “redonda” en su razón de ser (hasta el punto de incoporar a Cisco, Renault, Ikea y un largo centenar de empresas a la aventura).

El mensaje ha calado ya en las más altas instancias de la economía, y hasta la Comisión Europea se desmarcó hace dos años con el Manifiesto para una Europa Eficiente de Recursos: “En un mundo con presiones ambientales cada vez mayores, la UE no tiene otra elección que impulsar la transición hacia una economía circular y regenerativa”…

“Pero la idea de la economía circular lleva dando vueltas desde los años setenta”, nos recuerda Stephen Gee, director de la conferencia Resource, que se remonta a los estudios de pensadores como Walter Stahel o Keneth Boulding. El concepto de “Cradle to Cradle” (“de la cuna a la cuna”) de Bill McDonough y Michael Braungart también ha contribuido notablemente a impulsar al idea, al igual que “La economía azul”, del emprendedor belga Gunter Pauli.


El propio Stephen Gee, 29 años, llegó hasta la economía circular “por pura lógica”, después de haber pasado casi una década trabajando en la gestión de los residuos… “Me di cuenta de que algo fallaba en nuestra obsesión por el reciclaje. ¿Por qué esperar hasta el final del proceso? ¿Por qué no actuar antes para que todo se reaproveche al máximo? ¿Por qué no crear una economía que sea capaz de regenerarse?”.

La idea que alimenta la economía “circular” es al fin y al cabo reproducir la dinámica de la naturaleza, donde no existe el concepto de residuo. Los componentes de los productos se dividen en dos grupos: biológicos y técnicos. Los primeros son “biodegradables” y se pueden reintroducir en la naturaleza cuando su uso ya no sea rentable. Los nutrientes técnicos, en cambio, se diseñan para ser reutilizados una y otra vez, de modo que puedan ensamblarse y desmontarse fácilmente, y contribuir de paso al ahorro de recursos y de energía.

“El modelo lineal que seguíamos hasta ahora ha hecho aguas con la crisis”, asegura Stepehen Gee. “Las empresas han tenido que pensar en modos de ahorrar y reaprovechar los materiales y los recursos. De alguna manera, la economía “circular” es la respuesta natural a todos los problemas que se habían ido acumulando y que han aflorado en los momentos difíciles”.


Según Gee, las resistencias a subirse a la economía “circular” han ido cayendo como las hojas en otoño… “Lo que antes se veía como una solución alternativa o ecológica, ahora es sin duda algo más. Las empresas se están dando cuenta de que reusar y compartir recursos tiene también sentido desde el punto de vista económico”.

“El cambio de paradigma en el modelo económico es inevitable y está a la vuelta la esquina”, sostiene el director de Resource, que ha nacido como hermano pequeño del festival Ecobuild y que lanzará la casa por la ventana en el 2015. “El momento de subirse a la rueda es ahora, porque todo funcionará así en 15 o 20 años. Lo que hoy llamamos residuo mañana será necesariamente recurso”.

Más allá de las tres "erres"

RESOURCE. El punto de encuentro anual de la economía “circular” en el ExCel de Londres. Acaba de iniciar su andadura como parte del Festival de construcción sostenible Ecobuild. Hubo más de 150 expositores, 150 conferencias y 24 seminarios interactivos. En el 2015 se celebrará entre el 3 y 5 de marzo y aspira a ser cuatro veces más grande.
FUNDACION ELLEN MACARTHUR. Después de dar la vuelta a la Tierra en velero, Ellen MacArthur decidió poner en marcha su propia fundación para impulsar la economía circular. En los dos últimos encuentros del Foro Económico Mundial de Davos, la idea ha ganado adeptos entre las multinacionales. Más de 100 empresas se ha comprometido a acatar los principios de reaprovechamiento total, entre ellas, Cisco y Renault.
REPAIR PROJECT. Bajo el lema “reparar y no desesperar”, Ugo Vallauri y Janet Gunter crearon talleres itininerantes de reparación (principalmente de aparatos eléctricos y electrónicos) para particulares en los distritos londinenses. La idea se ha extendido ahora a las oficinas.
&SHARE. Donde la economía circular se da la mano con la economía colaborativa. Ideada por Alex Whitcroft, se trata de promover puntos de encuentro entre empresas dispuestas a compartir recursos.
URBAN MINING. El concepto creado por John Shegerian, pionero del reciclaje de componentes de productos electrónicos, que reclama la “minería urbana” como fuente inagotable y sostenible de recursos, como alternativa a la extracción incesante de nuevos materiales a cielo abirerto.
THE GREAT RECOVERY. El proyecto que introduce la economía circular en el diseño industrial, adaptado a la necesidad de la recuperación total de los materiales, frente a la vieja ecuación del producir, usar y tirar.
LONDON RE-USE NETWORK. La red creada hace tres años para incitar a los londinenses a reusar muebles y electrodomésticos. Al cabo de tres años de andadura, con el apoyo municipal, está a punto de dar el salto como empresa social, con capacidad para generar más de 1.000 puestos de trabajo y reusar hasta 40.000 toneladas de muebles.
GOLDFINGER FACTORY. El taller undeground, en los sótanos del emblemático y futurista edificio Goldfinger, pionero del arte del “upcycling” (reciclar hacia arriba) en los barrios londinenses. Su lema: empoderando a las comunidades para transformar sus residuos en oro.
CRADLE TO CRADLE. El concepto acuñado por el químico alemán Michael Braugart y el arquitecto norteamericano William McDonough y plasmado en el 2002 en el libro del mismo título (“De la cuna a la cuna”), que propone un cambio radical en los procesos de diseño y fabricación. La propuesta consiste en el cierre completo de los ciclos de materiales, divididos entre biológicos (compostables) y tecnológicos (reciclables).
BLUE ECONOMY.“La Economía Azul” es el título de libro escrito por Gunter Pauli, fundador de Zero Emissions Research and Initiative. Es también el nombre de un proyecto que arrancó como una selección de las 100 mejores tecnologías inspiradas en la nauturaleza y con el máximo reaprovechamiento de los recursos.

A continuación puedes leer el informe "Hacia la Economía Circular" de la Fundación Ellen MacArthur: