Bolsonaro acusa a la comunidad internacional de “avaricia” hacia la Amazonia

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha acusado a comunidad internacional de “avaricia hacia la Amazonia”

Dos esculturas de hielo derritiéndose representan los presidentes de Estados Unidos y Brasil.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha acusado a comunidad internacional de “avaricia hacia la Amazonia” y ha reivindicado el derecho de su Gobierno a usar “la enorme riqueza de recursos naturales” de su país. La intervención de Bolsonaro puso la nota disidente en el arranque de la cumbre sobre biodiversidad de la ONU en la que participan virtulamente más de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, con las notorias ausencias de Donald Trump y Vladimir Putin.

“La humanidad ha declarado la guerra al planeta”, declaró por su parte el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, en el arranque de la cumbre. Guterres instó a la comunidad internacional a “hacer el giro de la destrucción a la recuperación de la naturaleza” y a poner la protección de la biodiversidad en el centro de las decisiones financieras.

El presidente chino, Xi Jingping, como próximo anfitrión de la cumbre de la biodiversidad COP15 de Kunming (pospuesta hasta el 2021 por la pandemia de Coronavirus), hizo un doble llamamiento a multilateralismo y al “respeto de las leyes de la naturaleza”. Sus buenas palabras contrastaron sin embargo con la falta de un compromiso concreto como el realizado la semana pasada, cuando anticipó que su país perseguirá el objetivo de ser “neutral en carbono” antes del 2060.

La Unión Europea ha impulsado por su parte el así llamado "Compromiso de los Líderes por la Naturaleza, suscrito ya por 70 países (entre ellos, España, Francia, Alemania y Reino Unido). El plan de acción de 10 puntos incluye el frenazo a la deforestación, el fin de las prácticas insostenibles de pesca, la eliminación de vertidos de plástico en mares y ríos, la supresión de subsidios perjudiciales para el medio ambiente y la transición hacia una producción sostenible de alimentos y hacia una economía circular.

Desmarcándose de todos los líderes, Jair Bolsonaro lanzó su dedo acusador contra la comunidad internacional y las ONGs por “interferir en la soberanía de Brasil. “Seguiremos sacando provecho de nuestra riqueza ambiental”, proclamó Bolsonaro, que fue aún más allá de su reciente intervención en la Asamblea General y denunció la “injusticia” de las leyes internacionales.

Desde su llegada al poder en el 2018, Bolsonaro ha sido criticado por debilitar los controles ambientales y alentar la deforestación. En el verano del 2019, los incendios de la Amazonia fijaron un récord de la última década. En el 2020, el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) llegó a registrar hasta 10.000 fuegos en los primeros deiz días de agosto. Bolsonaro afirma que estas noticias forman parte de “una campaña brutal de desinformación” contra su país.

Como preámbulo a un año considerado crucial para la protección del medio ambiente, el Informe Planeta Vivo del 2020 -auspiciado por la organización WWF y por la Sociedad Zoológica de Londres- alertó sobre la pérdida de un 68% de las poblaciones globales de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles entre 1970 y el 2016. Según el informe sobre el Estado de las Plantas en el 2020, coordinado por el Kew Gardens de Londres y en el que han partipado 210 científicos de 42 países, hasta el 40% de las especies vegetales conocidas (muchas de ellas usadas con fines medicinales) podrían estar en riesgo de extinción.

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