Tratamiento natural completo de la candidiasis vaginal

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PREGUNTA: "Llevo casi tres años intentando sacarme de encima una candidiasis vaginal. Los medicamentos antifúngicos solo son una solución temporal y con los remedios naturales que he probado (acidófilus, ácido caprílico, plantas….) no consigo buenos resultados ¿Hay alguna fórmula natural eficaz?. Me han hablado del aceite de semillas de pomelo. ¿ La dieta muy restringida en hidratos de carbono es recomendable? No me atrevo con ella". Maria

RESPONDE: DRA. EUGÈNIA LLORT, especialista en Ginecología y Obstetricia Integrativa de la CLÍNICA OMEGA ZETA.

Sí, la candidiasis vaginal es un tema, a veces, difícil de solucionar. Hay mujeres que tienen cándidas una o dos veces en su vida, y nunca más. Para ellas los medicamentos antifúngicos son suficiente. Pero en casos como el tuyo, hoy en día , por cierto, bastante frecuente, creo que la solución está en trabajar, simultáneamente, a varios niveles. Me explico. Tal como comentas, has probado varias cosas a lo largo de estos tres años. La propuesta es asociar varios tratamientos al mismo tiempo. 

En primer lugar, trabajaríamos a nivel local, es decir, vulva y vagina. Te aconsejaría que antes de empezar ningún tratamiento te hicieras un cultivo o citología, con ello te asegurarías de que tienes cándidas, o en caso de salir otra infección, tratarla correctamente. A veces las pruebas dan un resultado normal, y sin embargo, tu tienes molestias. Cuando ello ocurre suele ser porque hay una irritación de base. Es importante solucionarla, porque toda inflamación es un terreno favorable para la infección.

Atacaríamos a las cándidas con un medicamento antifúngico, la siguiente semana ya empezaríamos a trabajar sobre “la salud” de tu vulva aplicando cada día, 2 veces o más, un aceite, por ejemplo el de caléndula que habitualmente utilizamos para los bebés. Hay que poner poca cantidad y bien extendido. Conseguimos con ello que la piel de esta zona vaya poco a poco recuperando su pH y elasticidad. 

A nivel de vagina, ayudaremos administrando después de la regla, durante un mínimo de tres meses, y un máximo de 6, probióticos (ya sabes, bacterias “buenas de vagina”), o bien óvulos de homeopatía con Caléndula, Helonias e Hydrastis, o bien alternar unos y otros, un mes una cosa y al otro la otra.

Siguiente escalón: el intestino. Aunque los síntomas los notes en el aparato genital, el foco de las cándidas está en el intestino. Tal como tu comentas, existen en el mercado varios productos, solos o asociados que ayudan a debilitar a las cándidas, a saber: semillas de pomelo, ajo, olivo, tomillo, aceites de orégano, canela y clavo, ácido caprílico… Hay que tomarlos un mínimo de 15 días y un máximo de 2 meses. Tras ellos utilizaremos probióticos (bacterias buenas) intestinales específicos para las cándidas, de 15 días a un mes.

Mientras estés haciendo este tratamiento, procura seguir una dieta con pocas harinas refinadas (puedes tomar harinas integrales), y pocos lácteos.

Tranquila, ya voy acabando…. Ahora nos faltaría algo que trabajase a nivel energético: Cándida Albicans 15 CH, gránulos de homeopatía, dos gránulos cada día desde el primer momento del tratamiento, y durante 3 meses. Después, al menos en un año, lleva siempre encima “las bolitas” homeopáticas, si empiezas a sentir la más mínima molestia, empiezas a tomar dos gránulos, dos o tres veces al día hasta llevar al menos dos días sin molestias.

En algunas ocasiones hay que sumar un medicamento homeopático de fondo. Los más frecuentes son Staphysagria , Sepia y Thuya.

Y, por último, si hay pareja estable, también estaría bien que el compañero o compañera, tomase durante un mes dos gránulos de Cándida Albicans 15 CH cada día.  

Tal como te he dicho al principio, creo que la clave está en la simultaneidad de los tratamientos.

 

Dra. Eugènia Llort
Me licencié en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona en julio de 1982 y me especialicé en Ginecología y Obstetricia en el Hospital Maternal de Valle Hebrón. En 1991 se despertó mi interés por las terapias complementarias, lo que me llevó a estudiar Homeopatía con la Dra. Solange Vallespir durante 3 años.

En 2013 me incorporé al equipo médico de la Clínica Omega Zeta. Anteriormente trabajé en el Hospital Verge de la Cinta (Tortosa), en el Hospital del Mar (Barcelona), en la Clínica Ginecológica de la A.T.C de Chinandega (Nicaragua) y en el Centro Ginecológico Gine-Corts (Barcelona).

Con la Ginecología Integrativa se pueden tratar, entre otras patologías, displasias de cuello de útero (papiloma), vaginitis y cistitis de repetición, endometriosis, transtornos del ciclo menstrual, acompañamiento al parto y a la cirugía ginecológica con tratamiento de homeopatía, fitoterapía y suplementos nutricionales.