¿Cómo elegir cepillo de dientes y cómo utilizarlo?

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Los requisitos de un cepillo de dientes eficaz y saludable. 

¿Cómo es la técnica correcta de cepillado?

La oferta de cepillos de dientes es enorme y los argumentos publicitarios sobre las ventajas de cada modelo, también. Sin embargo no todos los cepillos son adecuados para un correcto cuidado delos dientes. Damos consejos para elegir el mejor y utilizarlo correctamente. 

La presión que se ejerce durante el cepillado es clave. Si es excesiva, puede dañar el esmalte. En Estados Unidos, la patria de los procesos judiciales impensables, el ciudadano Marc Trimarco se querelló contra la industria de los cepillos porque se arruinó el esmalte por uso indebido de los cepillos durante años. Pedía que se indicara en los envases una advertencia como en los paquetes de tabaco.

Efectivamente si se ejerce demasiada presión los dientes pueden dañarse, pero este es más un problema de la técnica de cepillado que del modelo de cepillo elegido. Los cepillos dedientes son la ayuda más eficaz para que los dientes se mantengan sanos. Pero el consumidor se halla ante un maremágnum de variedades de cepillos dentales. Los hay con cabeza grande y cabeza pequeña, con perfil ondulado, con cerdas exteriores alargadas, con sistemas de amortiguación, con reposa pulgares, con distintas velocidades y sentidos de giro en el caso de los eléctricos, e incluso con fluor integrado que supuestamente se disuleve durante el cepillado y mantiene el esmalte fuerte.

Además la aparición de novedades es continua. Al mejor cepillo de todos los tiempos le sucede en el plazo de meses otro que incorpora una idea todavía más brillante. Con las innovaciones, los fabricantes intentan desmarcarse de sus competidores. Eso no necesariamente implica que los consumidores salgan beneficiados, pues los modelos que les gustaban pueden desaparecer rápidamente del mercado.

De todos modos, la mayoría de personas no le prestan demasiada atención a sus cepillos dentales. Como término medio los consumidores no usan más de dos cepillos dentales en un año. Eso es demasiado poco y no sólo porque lo diga la industria que fabrica los cepillos, sino en opinión de los dentistas. Como muy tarde se debe cambiar de cepillo cada tres meses, ya que en ese tiempo las cerdas se han desgastado y se ha colonizado con bacterias. 

Desde el punto de vista médico, un buen cepillo no ne cesariamente debe tener multitud de colores, cerdas de materiales sofisticados o demás supuestas maravillas. Basta con un cabezal pequeño y redondeado que llegue bien a todas las esquinas. Las cerdas deben estar hechas de muchos haces y las puntas deben ser redondeadas para no herir la mucosa oral ni rayar el esmalte. Además deben estar fijadas al piso del cepillo de tal manera que quede poco espacio entre uno y otro haz para evitar la proliferación bacteriana. La dureza de las cerdas debe ser de suave a media y el mango del cepillo, compacto y sin esquinas.

Los productos modestos con hileras de cerdas de igual longitud no suelen ser peores que los productos de alta tecnología con diferentes niveles de cerdas. Si bien hay estudios que demuestran que las cerdas de distintos tamaños permiten llegar mejor a todos losrincones, otros prueban que es más importante la técnica de cepillado. 

Los cabezales intercambiables son una buena idea desde el punto de vista ecológico porque representan un ahorro de recursos. 

¿Qué hacer?

• Es aconsejable cepillarse los dientes después de cada comida y, si no es posible, al menos después del desayuno y de la cena, siempre durante tres minutos. En teoríe, cepillárselos una vez aldia debiera bastar, pero si hay una zona que se descuida entonces el sarro de fija con más fuerza y es más difícil eliminarlo en el siguiente cepillado. 

• El cepillo que se elija depende de los gustos del consumidor, mientras el cabezal sea pequeño y las cerdas entre suaves y medio fuertes. Con cerdas fuertes es muy frecuente dañarse las encías. El mango debe ser compacto y "tenerse" bien en la mano. Los cabezales intercambiables son más ecológicos. Por desgracia no hay manera de saber si las cerdas están bien redondeadas a simple vista, por lo que habrá que fiarse de lo que explique el envase. 

• Demasiada presión y deslizamientos compulsivos de un lado a otro pueden dañar los dientes. Lo correcto es ejercer una presión de 200 g. Es fácil saber cuánta presión se hace apretando el cepillo contra una balanza de cocina. Si se hace demasiada fuerza se pued provocar un retraímiento perjudicial de las encías.

• Si se ha tomado zumo de naranja en el desayuno o se ha comido una manzana, es preferible esperar 15 minutos antes de cepillarse los dientes para evitar que el ácido perjudique el esmalte.

• Para personas con encías sensibles o inflamadas se recomienda la siguiente técnica: El cepillo debe tomar en un ángulo de 45º respecto al diente, para cepillar con movimientos suaves y circulares entre el diente y la encía. 

• La seda dental es un complemento importante al cepillado normal para limpiar a fondo los espacios interdentales.

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